Especial Navidad 2015

Hola, que tal? Les ha pasado que el tiempo que tienen se les desvanece? He querido formar esta entrada por un buen rato, no fue fácil. Pero aquí vamos.

Antes que nada, espero que estén pasando un tiempo increíble con sus seres queridos y que hayan pasado una hermosa navidad y que hayan tenido un magnífico año.

Me disculpo por no tener la entrada un poco antes. Apelo al dicho de Diógenes de Sínope, más vale tarde que nunca, no es así?

Bueno, dicho todo esto, me puse a pensar, que forma nuestra tan famosa “celebración de navidad”? El árbol, los regalos, la cena, “santa”, las luces, las medias de navidad y la música. Por qué no me acompañan y formamos nuestra fiesta navideña… pero del modo histórico.

Desde tiempos antiguos, en cada civilización, casi todas, la decoración con ramas de árboles tenía significado religioso o espiritual, o por la creencia de que tenían poderes mágicos o curativos (eso no se descarta). Los griegos, usaban la hiedra, los celtas el laurel, el pino, el abeto u otros árboles perennes.

Nos quedamos con los celtas, el árbol era un elemento totalmente sagrado, venerado y adorado, al que los druidas de centro-europa le guardaban culto.

Este árbol era llamado “Divino Idrasil” o Árbol del universo, en cuya copa se encuentran el Valhalla y Asgard (el castillo de Odín y la morada de los dioses respectivamente), y hacia las raíces oscuras se encuentra el Helheim o Hel, que sería como el inframundo, el reino de los muertos.

De abajo hacia arriba. El mundo de los muertos, el de los mortales y el de los dioses.

En fin, con la propagación cristiana desde Roma, se le cambió el significado pagano, por uno referente a la navidad como tal. Una semi-leyenda dice que el obispo inglés San Bonifacio llegó a Germania predicando el cristianismo. Pero descubrió que los germanos (alemanes) persistían en la antigua práctica de culto a Odín frente a su sagrado Roble. El obispo tomó una hacha y por sí mismo cortó el árbol.

El resto es más leyenda; al primer golpe, una enorme ráfaga de viento derribó el árbol, mostrando a los germanos la ira de Dios o bien la mano de Dios. El obispo vio un pequeño abeto quedar intacto tras la caída del roble. Así que lo adornó con manzanas y velas (la tentación y la luz de Dios sobre el mundo) y el hecho ser perenne, simboliza inmortalidad.

Por otro lado, un documento más firme nos dice que, en Estrasburgo, la capital de Alsacia, los abetos se vendían en el mercado, para llevar a casa y decorarlos. De Alsacia, la tradición de los árboles de Navidad se propaga a toda Alemania y al conjunto de Europa, y pronto, al resto del mundo cristiano.

Posiblemente la canción más popular de navidad es “Noche de paz”. Y esta, fue compuesta en alemán hace casi dos siglos, en un pequeño pueblo de Salzburgo en Austria. Su autor, el sacerdote de la comunidad de Oberndorf, llamado Joseph Mohr. Su compositor, Franz Gruber, un maestro de la escuela local. Esta célebre canción, fue interpretada en 1818 por primera vez frente al público, en la capilla de San Nicolás.

Franz Gruber y su guitarra.

Eso nos lleva a recordar a San Nicolás de Bari, un santo obispo nacido en Mira (actual Torquía) en el 280 d.C. Son extensamente narrados sus milagros y la ayuda que brindó siempre a los necesitados, pobres, desamparados y enfermos.

Nosotros lo llamamos hoy en día, Papá Noél. En fin, la historia dice que al descubrir que un hombre pobre tenía tres hijas, las cuales no tenían la dote para casarse, él, cuando llegaba la edad de una de ellas para casarse, iba por la noche entrando por la ventana y dejaba una bolsa de oro escondida en las medias colgadas cerca del fuego (les parece familiar?).

San Nicolás como patrón de los marineros. Rezaron en su nombre aquellos y el se apareció y calmó las aguas.

Además, él tenía gran conexión con los niños, y siempre ofrecía sus bienes como obsequio a ellos o a quien necesitara de ellos (ya que provenía de familia acomodada).

Por otro lado, los regalos también han aparecido como referente a los obsequios entregados por los tres reyes magos a Jesús el niño. Oro, por su realeza. Incienso, por su divinidad. Mirra, por su futura pasión y resurrección.

Bien, tenemos nuestro árbol de navidad, las medias e incluso la música, además de los regalos y a papá Noél. Se nos escapa… la cena!

Desde hace un tiempo, cada vez que escucho navidad, pienso en el pavo. Alguien sabe por qué es tan famoso para la fecha? Este animal, el triple de rendidor que el ganso de Europa y con un exquisito sabor fue introducido al continente del Mediterráneo. Siendo adoptado tanto por familias pobres (dado a su antes mencionado rendimiento) como por la realeza (por su sabor y textura).

Poco tiempo pasó antes de la entrada del cristianismo al asunto. Era lógico que para la más grande festividad anual cristiana se preparara el manjar más rendidor y delicioso.

Por otro lado, el primer registro que se tiene de la existencia del pan dulce o pan de pascua, pan navideño, etc… es en Milán, cuando el duque Sforza ordenó hacer un plato especial para navidad a sus cocineros, el cual integrara pasas de uva y frutas secas, se le bautizó “panettone”.

Hemos llegado al final de la historia, me da la impresión de que ha sido la más larga hasta ahora :DD espero que haya sido de interés y les haya gustado, me disculpo otra vez por la falta de puntualidad. Nos vemos! Cuídense.